Porque siempre hay algo/alguien que revive aquellas mañas autodestructivas tan arraigadas en lo mas hondo de mi ser. Y llegó el sabado de noche, y estaba sola, y el té de pasiflora no hacia efecto gracias al café que me había tomado antes. Y rebuscando en mi habitación me reencontre con mi pequeño tupper de pastillas mágicas. Podría haberlas tomado todas y quizas ahora estaría aun durmiendo o algo mejor. Solo me tome un ansiolitico y cai rendida a los brazos de morfeo, adiós pensamientos, adiós dolor, adiós nostalgia.
Pero hoy deperté, desperté y todo sigue igual, y me he obligado a tomar un café con leche y dos galletas de chía, mi estómago lo agradeció. No se cómo, ni cuando estaré bien, sea como sea debo obligarme a salir adelante.
Joder ilusa Andrea, has pasado por mucho más que una ruptura amorosa. Adelante que la vida sigue. Tambien sigue la enfermedad, la universidad y el resto.
1 comment:
Bad habits never die, eso dicen... y mucho menos cuando se trata de consumir algo que adormezca la mente.
Creo que el que la vida (y todo lo que conlleva) siga es una bendición y un castigo, es una oportunidad para cambiar pero tambien es saber que tienes que continuar cargando con los demonios y el caos que tenemos, que esto no termina aunque aveces asi lo queramos.
Un beso!
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